Proyecto Alcatraz, una iniciativa social que cambia vidas

El Proyecto Alcatraz es una loable iniciativa dedicada a la recuperación y reinserción a la sociedad de personas que, en el pasado, tuvieron vinculación a actos delictivos. Es, a dicho de muchos, una especie de segunda oportunidad de vida creada en el 2003 por Alberto Vollmer, presidente de la empresa de capital venezolano Ron Santa Teresa.

Un buen ejemplo de que esto es así, de que el Proyecto Alcatraz es una oportunidad que cambia la vida de cualquiera, es el que está representado en la persona de Jesús Arrieta. En entrevista exclusiva para el portal La Chica del Banquillo, el empresario Vollmer y el exdelincuente-convertido-en-jugador-de-rugby Arrieta desglosaron lo que significa la iniciativa.

La experiencia significó un antes y un después, una vivencia mágica y transformativa, para un Arrieta que en 2003 perteneció a una banda criminal que entró a robar a la Hacienda Santa Teresa (El Consejo, Edo. Aragua). Esa banda fue buscada y encontrada por un Vollmer que, al enterarse del hecho, decidió ir tras los delincuentes para plantearles entregar todo lo sustraído e ir a la cárcel, o entregar todo lo sustraído y trabajar tres meses gratis en la empresa (con la promesa de comida y techo).

El hermano de Jesús era el cabecilla de la banda, y fue él quien le pidió a Alberto Vollmer que acogiera a toda la unidad criminal que, por cierto, no creía de entrada en este giro de eventos. “José es mi hermano y, después que lo agarraron, me contó lo que les había propuesto Vollmer. Yo no lo creía. No quería ir con ellos porque pensé era una trampa y que nos iban a entregar a la policía”, confiesa Arrieta.

Sin embargo, en la Hacienda Santa Teresa le demostraron algo poco conocido para él. “Me dieron algo que nunca antes nadie me había brindado: confianza”. Esa confianza alimentó el todo del Proyecto Alcatraz, el cual iba tomando cuerpo mientras iba transformando a los ex integrantes de la banda a través de ayuda psicológica y médica, talleres sobre distintos oficios en los que podrían desempeñarse después de haber culminado los tres meses prometidos, y más.

La expansión de una visión

Al finalizar los mencionados tres meses, José, el hermano de Jesús, le contó algo determinante a Vollmer. “Me dijeron que estaban muy agradecidos con nosotros, habían experimentado algo por primera vez: trabajar y no sentir miedo. Me contaron que al terminar el con el proyecto debían irse a sus casas y seguir asesinando”, explica el presidente de Ron Santa Teresa al La Chica del Banquillo, añadiendo: “Si ellos no mataban, a ellos los mataban. Era una guerra entre bandas. Yo no quería que todo lo que habían logrado no sirviera de nada, y se me ocurrió darles la misma oportunidad a los integrantes de la banda rival. Fue otra crisis que vi como una oportunidad”.

El empresario se dedicó entonces a buscar a esa banda rival y hacerle la misma propuesta que a la primera. Sus miembros aceptaron y tuvieron que verse las caras con sus eternos rivales bajo un mismo techo y sin armas. Fue entonces cuando se planteó el deporte del rugby como una opción de escape. “Jugué rugby cuando fui a la universidad. Es parte esencial de mi vida, y tuve la idea de enseñarlos a jugar este deporte, porque es el único que cuenta con la filosofía del tercer tiempo”, explica Vollmer.

Esta disciplina resultó cambiante para todos. “Para mí el rugby es perdón”, dice Arrieta, y es verdad: los enemigos pasaron a ser compañeros de juego. “Estos hombres jugaban con el alma. Habían perdido muchas cosas en su vida, por eso cuando están en la cancha muestran más ganas. Son unos campeones”, complementa Vollmer sobre el Alcatraz Rugby Club, el equipo formado a partir de aquella primera camada que, en su trayectoria, llegaron a cosechar (y siguen cosechando) todo tipo de éxitos.

Logros

Deportivamente hablando, el Proyecto Alcatraz cuenta con 90 jugadores regulares en 2018, y el equipo ha sido campeón de la Liga Venezolana de Rugby durante tres años seguidos, aportando hasta más de 20 jugadores a la selección venezolana. Socialmente, no obstante, los logros son mejores: la iniciativa ha conseguido desarticular 10 bandas delictivas, con 200 jóvenes participando activamente, y la tasa de homicidios del sector reduciéndose un 90%. Además se creó el Rugby Penitenciario (6 cárceles venezolanas reciben enseñanzas del deporte).

Y todo esto, producto de una oportunidad y la demostración de confianza. “Nadie había creído en mí. La primera persona que confió en mí fue Alberto Vollmer. Él descubrió lo que todos necesitábamos: un chance más en la vida”, dice Jesús… y Vollmer lo respalda al hablar del nombre de su iniciativa. “Alcatraz es una cárcel, pero también es un ave. Tú decides si pasas tu vida encerrado o si vuelas alto como un Alcatraz”, concluye.