Conoce las cinco claves para identificar la depresión

Alrededor del 6,4% de las mujeres y el 4,7% de los hombres que tienen entre 20 y 34 años de edad padecen depresión, según la Organización Mundial de la Salud.

La depresión es una enfermedad que va camino de convertirse en «la gran epidemia del siglo XXI», tal y como algunos psicólogos y psiquiatras la han denominado.

El asunto se torna aún más preocupante si tenemos en cuenta que las cifras de afectados entre la población joven también van en aumento. Alrededor del 6,4% de las mujeres y el 4,7% de los hombres que tienen entre 20 y 34 años de edad padecen depresión, según la OMS.

El organismo calcula además que hasta un 20% de los jóvenes han sufrido al menos un episodio depresivo relevante antes de llegar a los 18 años.

Si bien es cierto que la posibilidad de desarrollar una depresión está influenciada por distintos factores (entre ellos, y de forma muy determinante, por la herencia genética), existen toda una serie de síntomas afectivos, somáticos y cognitivos característicos que podrían ponernos sobre la pista para detectar a tiempo un trastorno depresivo mayor en los más jóvenes.

La triada cognitiva

La tríada cognitiva de Beck o tríada cognitiva negativa es uno de los síntomas que manifiestan los sujetos que pueden desarrollar una depresión.

Si además se experimenta fatiga, cambios en el apetito, insomnio, cefaleas o problemas de dolor de estómago y/o agitación psicomotora, podríamos estar en los comienzos de un trastorno depresivo severo.

El abuso de las redes sociales

Pese a que aún no existen demasiados estudios que hayan abordado la relación entre las redes sociales y la depresión en los jóvenes, según estudios apuntan que el abuso de estas plataformas en las que obtenemos cierto reconocimiento cuantitativo en base a likes o a número de seguidores comienza a hacer mella en los menores de 18 años y se relaciona con sentimientos de no estar a la altura si no se consiguen determinados objetivos.

Perfección y expectativas

La autoexigencia y el perfeccionismo componen un arma de doble filo para aquellas personas predispuestas a padecer una depresión.

En el caso de los jóvenes, los psicólogos han acuñado el término “perfeccionismo multidimensional” para referirse a la presión que se autoimponen por cumplir con los estándares más altos, cuantificados a través de métricas tan engañosas como los likes que recibe una foto en una red social o el número de amigos o followers que se acumulan en Facebook, Twitter o Instagram.

La genética

Esta enfermedad es mucho más frecuente entre aquellas personas cuyos familiares también han tenido el trastorno.

En 2015, otros estudio publicado en Nature evidenciaba cómo dos genes llamados SIRT1 y LHPP estaban directamente relacionados con el desarrollo de la depresión.

Estar triste no es estar deprimido

Por supuesto, que una persona experimente ansiedad, pase una mala racha o se sienta triste en un momento determinado no significa que tenga depresión. Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), es necesario que una persona experimente “un estado de ánimo depresivo la mayor parte del día, casi todos los días” o una “marcada disfunción del interés o del placer en todas o casi todas las actividades durante todo el día, casi todos los días”.