Conozca cómo los parásitos ocasionan enfermedades y sus consecuencias

Los parásitos son seres vivos que viven de otros seres vivos, como del cuerpo humano, para alimentarse y tener un lugar donde vivir.

Se pueden contraer por medio de los alimentos o el agua contaminada, la picadura de un insecto o por contacto sexual.

Hay tres clases importantes de parásitos que pueden provocar enfermedades en los seres humanos: protozoos, helmintos y ectoparásitos.

Protozoos

Los protozoos son organismos unicelulares microscópicos que pueden ser de vida libre o de naturaleza parasitaria. Son capaces de multiplicarse en los seres humanos, lo cual contribuye a su supervivencia y también permite que se desarrollen infecciones graves a partir de tan solo un organismo.

La transmisión de protozoos que viven en el intestino humano a otro ser humano generalmente ocurre por la vía fecal-oral (por ejemplo, alimentos o agua contaminados o contacto de persona a persona).

Los protozoos que viven en la sangre o tejidos humanos se transmiten a otros seres humanos mediante un artrópodovector (por ejemplo, por la picadura de un mosquito o jején).

Los protozoos infecciosos para los seres humanos pueden clasificarse en cuatro grupos según su modo de movimiento:
• Sarcodinos, o amebas, p. ej. Entamoeba
• Mastigóforos, o flagelados, p. ej. Giardia, Leishmania
• Cilióforos, o ciliados, p. ej. Balantidium
• Esporozoos, organismos cuya etapa adulta no es móvil, p. ej. Plasmodium, Cryptosporidium

Helmintos

Los helmintos son organismos parásitos grandes multicelulares que por lo general se observan a simple vista cuando son adultos. Al igual que los protozoos, los helmintos pueden ser de vida libre o de naturaleza parasitaria. En su forma adulta, los helmintos no pueden multiplicarse en los seres humanos. Hay tres grupos importantes de helmintos (helminto deriva de la palabra griega para “gusano”) que son parásitos humanos:

• Gusanos planos (platelmintos): incluyen los trematodos (duelas) y cestodos (tenias).
• Gusanos de cabeza espinosa (acantocéfalos): las formas adultas de estos gusanos residen en el tracto gastrointestinal. Se cree que los acantocéfalos son una forma intermedia entre los cestodos y los nematodos.
• Gusanos cilíndricos (nematodos): las formas adultas de estos gusanos pueden residir en el tracto gastrointestinal, la sangre, el sistema linfático o tejidos subcutáneos. Por su parte, los estados inmaduros (larvas) pueden provocar enfermedades por infección de diversos tejidos corporales. Algunos consideran que los helmintos también incluyen los gusanos segmentados (anélidos); los únicos importantes desde el punto de vista médico son las sanguijuelas. Cabe señalar que esos organismos no se suelen considerar parásitos.

Ectoparásitos

Aunque el término ectoparásitos puede incluir en un sentido amplio a los artrópodos hematófagos, como los mosquitos (porque dependen de la sangre de un huésped humano para alimentarse y sobrevivir), este término suele tener un sentido más restringido que se refiere a organismos como garrapatas, pulgas, piojos y ácaros, que se adhieren a la piel o escarban en ella y permanecen allí durante períodos relativamente largos (p. ej., entre semanas y meses).

Los artrópodos son de por sí causantes importantes de enfermedades pero son aun más importantes como vectores, o transmisores, de muchos patógenos diferentes que, a su vez, producen una enorme morbilidad y mortalidad por las enfermedades que provocan.