Muchas relaciones inician con abundante pasión y amor, de hecho se enamoran ciegamente, sin embargo, eso no es lo difícil de conseguir  sino lograr que esa pasión, ese deseo y ese amor se formalicen en una relación de pareja.

Momento en el que entran a tomar protagonismo otros elementos, como: apoyo, compresión, complicidad, convivencia, pero también malentendidos, celos, discusiones, entre otros.

Ahora bien, muchas de esas dificultades se generan a partir de la gran diferencia que hay entre mujeres y hombres, que sin duda alguna nos separan y nos unen a la vez. Aquí es donde aplica el dicho que dice “polos opuestos se atraen” y es que ahí está la paradoja de las relaciones entre mujeres y hombres. Ese es, realmente, el secreto de las parejas.

Tan distintos que nos atraemos, tan distintos que no logramos entendernos, tan distintos que, algún día, podemos llegar a complementarnos. Tal vez son esas diferencias entre mujeres y hombres las que han creado el mito de la media naranja.