«¿Y el bebé para cuándo?» La pregunta incómoda que debes dejar de hacer

Isabel Rangel Baron Nunca preguntas 'y el bebe para cuando'
Todas las familias y comunidades tienen a alguna persona que hace esta pregunta a cuanta pareja conoce, sin saber que en realidad podría estar causándole un daño emocional terrible

Es una costumbre en la sociedad que al momento de casarse, o mudarse a vivir con una pareja, siempre haya alguien haciendo preguntas sobre los hijos.

Siempre hay una tía incómoda preguntando ¿y cuándo van a tener bebés?, lo que genera una «pena ajena», explica la psicóloga Isabel Rangel.

«La verdad es que no hay un momento prudente para hacer esa pregunta. Las preguntas de pena ajena ocurren cuando alguien le pregunta a una mujer si está embarazada cuando no lo está o cuando preguntan por la salud de un pariente que murió recientemente. Se les llama así porque generan un sentimiento de pena ajena tan terrible que creo que voy a implosionar«, asegura.

Además de ser algo incómodo, es una pregunta que puede llegar a lastimar a las personas porque:

  • No le importa a nadie más que a la pareja. Por mucha curiosidad que podamos sentir, no tenemos porqué saberlo, y ellos no están en la obligación de responder.
  • Quizá no quieren tener hijos. Además, quizá no quieren justificarse frente a todos en cada reunión social a la que asisten (y tampoco están en la oblicación de hacerlo).
  • No es algo que tengan planeado aún. En este punto, la pregunta sólo añade presión en un ámbito en el que no debería de existir.

Es más común de lo que se cree, que quienes más frecuentemente escuchan esta pregunta sean personas que han intentado de concebir por más de un año sin éxito, o peor aún, una pareja que acaba de tener una pérdida y prefieren no hablarlo con nadie.

Cuándo estas personas escuchan esta pregunta, en lugar de integrarlos a los convencionalismos sociales, lo que se logra es llevarlos a vivir un dolor o un tema sumamente delicado, recordándoles aquello que tratan de dejar atras, e incluso, hacerles sentir sumamente mal con ellos mismos.

«Estos son temas que deben abrirse, estar conscientes que el tener problemas para concebir o el haber sufrido de un aborto son situaciones dolorosas, pero que no dicen nada sobre quienes son como persona», sostiene Isabel Rangel.

Por otra parte, si se deja de preguntar este tipo de cosas, se estaría respetando enormemente la privacidad y las decisiones de los demás, pero por encima de todo, se estarían respetando los sentimientos de los demás.