Snapchat y Shazam, rentables aplicaciones
En la actualidad el desarrollo de aplicaciones se ha convertido en una verdadera lotería, a través de la cual puedes hundirte con tus sueños de superación, o alcanzar niveles de fama desconocidos, como sucedió con fenómenos como el protagonizado por el juego Flappy Bird, el crecimiento inesperado de Snapchat y la valoración de Shazam en al menos 1.000 millones de dólares.
La oferta de Mark Zuckerberg que Evan Spiegel rechazó por la compra de Snapchat, terminó de ser el impulso que esta app para compartir imágenes y chats que se autodestruyen necesitaba, para hacerse más notoria de lo que ya era en ese momento. Los últimos análisis demuestran que esta herramienta ya está valorada en unos 10.000 millones de dólares, pero no genera ningún tipo de ingreso.
Shazam va por el mismo camino. Es una app que está diseñada para reconocer la música que está sonando, y hasta fue contemplada como una utilidad nativa para el sistema operativo iOS 8, el singular software ya se encuentra avaluado en 1.000 millones de dólares y, al igual que el modelo de negocio de Spiegel, no produce ingresos.
Sucede pues que esto se ha convertido en una modalidad muy común, en especial en los Estados Unidos, de donde proviene buena parte de este tipo de tecnologías. Algunas plataformas, como Twitter, por ejemplo, han decidido incorporar en su interfaz las ads y los videos publicitarios para incrementar sus ingresos, fieles a la promesa de seguir siendo aplicaciones gratuitas, aunque saturen un poco a sus usuarios con la molesta publicidad.
