La Capsula Informativa: CULTURA TENERIFE | Fin al misterio: la verdadera cuna de Mercedes Pinto

Durante décadas, el lugar de nacimiento de Mercedes Pinto –una de las escritoras más fascinantes y controvertidas de Canarias– ha sido motivo de confusión, debate e incluso de error institucional. En una reciente charla en enero de 2025 resurgía el debate y se preguntaban los asistentes: ¿nació en La Laguna o en Santa Cruz de Tenerife? ¿Fue en 1883 o en 1889? Hoy, gracias a fuentes documentales sólidas, podemos afirmar sin lugar a dudas que Mercedes Pinto nació en La Laguna en la madrugada del 12 de octubre de 1883.
El error no ha sido menor. Desde páginas tan consultadas como la entrada biográfica de la novelista en Wikipedia, hasta recientes documentales se ha insistido en que la autora de Él vio la luz en Santa Cruz de Tenerife en 1889. Esta fecha y lugar se basaban, principalmente, en una tarjeta de inmigración de nuestra biografiada fechada en Brasil en 1961 (dada a conocer por el portal familysearch.org), donde se recoge, por error, que había nacido en Santa Cruz.
Pero hay algo que conviene recordar: los documentos oficiales no siempre reflejan la verdad histórica, y mucho menos cuando son rellenados por terceros o manipulados para favorecer determinadas circunstancias. En el caso de Mercedes Pinto, esa tarjeta bien pudo ser fruto de una errata de copia mecanográfica… o de un intento consciente por restarse algunos años de edad. No sería la primera vez que una figura pública modificara datos personales por motivos estratégicos, y menos aún tratándose de una mujer que se adelantó a su tiempo, vivió en varios países y supo reinventarse en contextos adversos.
Sin embargo, los archivos no mienten. Por un lado, según consta en su partida de bautismo, inscrita en el libro 51, folio 298 vuelto, de la parroquia matriz de Nuestra Señora de la Concepción, en La Laguna, Mercedes nació en aquella población a la una y media de la madrugada del 12 de octubre de 1883, siendo bautizada en dicho templo el 4 de noviembre siguiente por el cura Joaquín Amaral y Ramírez.
Por otro, esta certeza viene refrendada con el consiguiente apunte del registro municipal de nacimientos (partida nº 2.068, que debemos a la generosidad del investigador José Manuel Guzmán Rodríguez), con el dato curioso y revelador de que quien redactó su acta de nacimiento fue Lázaro Sánchez Rivero, juez y notario de La Laguna, y además tío político de la escritora por estar casado con una hermana de su padre, Juana Pinto de la Rosa.
En este revelador asiento del registro se detalla, además, una circunstancia inédita y de enorme interés para nuestras pesquisas: Mercedes nació en una vivienda de la calle de La Carrera, concretamente en el primer tramo de esta vía (entre las calles Viana y Tabares de Cala) donde sabemos que la familia Pinto poseía hasta dos inmuebles aún en 1910, marcados en aquel entonces con los números 8 y 13. Hoy en día no estamos en disposición de precisar cuál de las dos viviendas fue exactamente la casa natal pero esperamos pronto poder dilucidar este particular para que pueda lucir una placa en dicho domicilio.
Indagando acerca de la confusión entre la capital santacrucera y La Laguna, creemos que, en todo caso, parece albergar una explicación plausible: su única hermana, Ana María, nació tiempo después, el 2 de febrero de 1885, esta vez en Santa Cruz de Tenerife, y fue bautizada en la iglesia de San Francisco. Es probable que el traslado de la familia a la capital a partir de ese momento haya generado equívocos posteriores, incluso en la memoria familiar. A esto se suma el hecho de que Mercedes Pinto fue una mujer con una vida intensa, marcada por el exilio, el activismo, la escritura y la reinvención constante. Vivió en México, en Brasil, en Uruguay… y en cada país supo adaptarse, sobrevivir y florecer.
Debemos hacer énfasis en que este cierre del debate no es un simple dato anecdótico. Conocer con exactitud el lugar y fecha de nacimiento de una figura como Mercedes Pinto nos ayuda a entender mejor su entorno familiar, su formación inicial y el contexto histórico que la rodeó. Además, permite que instituciones culturales, educativas y divulgativas rectifiquen errores arrastrados durante años y que se honre con rigor la memoria de una autora que, aunque a menudo olvidada, fue pionera del feminismo y de la denuncia social en la literatura hispánica.
El proceso histórico, la Historia en mayúsculas, se construye también corrigiendo pequeñas inexactitudes, y en este caso, la certeza documental nos devuelve a la Mercedes Pinto real, la que nació bajo el cielo de Aguere, en plena festividad del 12 de octubre de 1883, y no en la capital, ni en 1889, como erróneamente se ha repetido en algunos lugares. A partir de ahora, el inicio de su periplo vital podrá contarse con total fidelidad. Como afirma el historiador Mikel Herrán, «las grandes narrativas, las de más éxito, se basan en certezas, en absolutos, y sobre todo, en emociones».
*A nuestro querido amigo Pedro Nolasco Leal Cruz
Texto íntegro de la partida de bautismo
«En la ciudad de La Laguna, diócesis de Tenerife, provincia de Canarias, a 4 de noviembre de 1883 yo, el presbítero don Joaquín Amaral y Ramírez, licenciado en Derecho civil y canónico, abogado de los Tribunales de la Nación, cura ecónomo rector de la iglesia parroquial matriz de la Purísima Concepción de Nuestra Señora de esta ciudad y examinador sinodal de este Obispado, bauticé y ungí con el Santo Óleo y crisma a una niña que nació a la una y media de la noche del día 12 de octubre próximo pasado, a la que puse por nombre María de las Mercedes Josefa Francisca del Pilar, hija legítima de don Francisco Pinto de la Rosa y de doña Ana de Armas y Clos. Abuelos paternos, don José María Pinto y doña Elvira de la Rosa y Perera; maternos, don José de Armas Jiménez y doña María del África Clos y Eguizabar, naturales el padre y abuelos paternos, de esta dicha ciudad; la madre, de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria; el abuelo materno, del pueblo de Agaete; y la abuela materna, de Ceuta. Fueron sus padrinos don Antonio de Armas Jiménez, natural y vecino de Agaete, y doña Juana Pinto de Sánchez, casada, de esta naturaleza, a quienes advertí la cognación espiritual y demás que ordena el ritual romano. Siendo testigos don Alonso González y don Manuel Cedrés, vecinos de esta ciudad, y para que conste lo firmo. Por autorización de 7 de febrero de 1881, Domingo González y Morales».
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