Basura del Pacífico crea nuevas comunidades de animales costeros
El Sumario – Un estudio publicado este lunes reveló que los desechos plásticos que flotan sobre el Pacífico está reuniendo nuevas especies de conchas marinas y anémonas, que ven allí un lugar acogedor y un medio de transporte.
La «Gran zona de basuras del Pacífico«, está conformada por un inmenso espacio de desechos, compuesto por bolsas, botellas, empaques, redes de pesca abandonadas y micropartículas, que se acumulan en varias zonas, bajo el efecto de torbellinos formados por las corrientes marinas.
Denominado también «continente plástico», cuenta con un tamaño de 1,6 millones de km2, una superficie mayor que Perú y Ecuador juntos.
“Es probablemente uno de los ambientes menos conocidos, la superficie del mar”, afirmó Martin Thiel, biólogo marino de la Universidad Católica del Norte de Chile, que no formó parte de la nueva investigación. “Es una comunidad muy, muy particular que ahora estamos perturbando a gran escala”, agregó.
La zona de basuras flotantes es objeto de investigación desde hace años. Los científicos apuntan que puede ser nociva para algunas especies como peces, tortugas e inclusive mamíferos marinos que quedan atrapados allí.
Otros investigadores, por su parte, afirman que la zona de desechos puede convertirse en una oportunidad. Tras una extracción de muestras entre California y Hawai, los expertos encontraron 37 tipos de invertebrados originarios de países como Japón, del otro lado del océano.
La mayoría de los objetos examinados contenían especies costeras, como crustáceos, anémonas de mar y espumas denominadas briozoarios, que podrían alimentarse de capas de mucosidad formadas por las bacterias y algas sobre plásticos flotantes.
Lo cierto es que la gestión de desechos sólidos que terminan en el mar sigue siendo un tema de preocupación para los gobiernos, especialmente en los países desarrollados.
Los ministros de Energía y de Medio ambiente del G7, reunidos este fin de semana en Japón, anunciaron que quieren elaborar un “instrumento internacional jurídicamente obligatorio sobre la contaminación plástica” de aquí a fines de 2024, teniendo por “ambición reducir a cero la contaminación plástica suplementaria de aquí a 2040″.
