Francesco Lovaglio Tafuri | Colores neutros en arquitectura: ¿Cuáles se aplican y para qué?
Los colores neutros son apreciados por su capacidad para crear espacios equilibrados y relajantes, proporcionando una base sólida para la arquitectura, permitiendo que elementos y formas estructurales destaquen, a la vez que brindan serenidad a los espacios
DAT.- Los colores neutros son tonalidades situadas en un punto intermedio entre los colores cálidos y fríos, y no presentan una tonalidad predominante. Estos colores, sutiles y versátiles, no atraen demasiado la atención por sí mismos, pero tienen la capacidad de complementar y equilibrar otros colores en una composición visual.
Explica Francesco Lovaglio Tafuri que los colores neutros se asocian generalmente con el negro, tonos de gris, beige, marrón y blanco. Además, pueden incluir variaciones de colores más suaves, como azul claro, verde pálido o rosa pastel. Estas tonalidades se consideran neutras debido a que no presentan una intensa temperatura cromática, resultando en una apariencia más discreta y menos vibrante en comparación con colores más intensos y saturados.
Una característica distintiva de los colores neutros es su habilidad para armonizar con casi todas las demás tonalidades, creando un fondo equilibrado que permite resaltar otros colores. Se utilizan frecuentemente en proyectos de diseño de interiores, moda, diseño gráfico y otras áreas creativas, gracias a su capacidad para transmitir sensaciones de elegancia, sofisticación y serenidad.
Además, los colores neutros tienen la ventaja de ser atemporales, es decir, no están sujetos a tendencias efímeras y mantienen su relevancia a lo largo del tiempo. Son considerados una opción segura cuando se busca una paleta de colores clásica y sofisticada, que no pasa de moda rápidamente.
De los colores neutros en arquitectura: Características y beneficios
Los colores neutros básicos son el negro, blanco y gris, siendo este último el más neutro pues es un color que resulta de la mezcla equilibrada de negro y blanco, y no posee un matiz específico. Se considera neutro porque no presenta una tendencia perceptible hacia cualquier otro color, convirtiéndose en una opción versátil y neutra en la mayoría de las aplicaciones. El gris puede variar en tonalidades, desde un gris claro hasta un gris oscuro, ofreciendo una amplia gama de opciones neutras para diferentes usos.
Para identificar un color neutro, es crucial considerar el matiz, temperatura del color, brillo, saturación y asociaciones emocionales. Estas son algunas características que pueden ayudar en esta identificación:
- Matiz: Los colores neutros generalmente se encuentran en el centro del espectro de colores. No poseen una tonalidad dominante y pueden describirse como colores suaves y equilibrados. Ejemplos comunes de colores neutros son el gris, beige, marrón y blanco.
- Temperatura del Color: Los colores neutros pueden ser tanto cálidos como fríos. Los tonos más cálidos presentan una apariencia más amarillenta o rojiza, mientras que los tonos más fríos tienen una apariencia más azulada. Sin embargo, los colores neutros tienden a estar más cerca del gris, sin una temperatura de color muy intensa.
- Brillo: Los colores neutros suelen tener un brillo moderado. No son muy oscuros ni muy claros, y generalmente no poseen un alto contraste. Los colores neutros son a menudo descritos como sutiles y discretos.
- Saturación: Los colores neutros tienen una saturación baja. No son vibrantes e intensos, sino suaves y contenidos. La saturación reducida hace que los colores neutros se combinen fácilmente con otros colores, siendo versátiles y neutrales en relación con el resto de la paleta de colores.
- Asociaciones Emocionales: Los colores neutros se asocian frecuentemente con sensaciones de calma, elegancia, simplicidad y sofisticación. Pueden transmitir una sensación de estabilidad y serenidad. Por no ser colores muy llamativos, los colores neutros suelen utilizarse como base en proyectos de diseño o decoración, permitiendo que otros colores resalten.
En arquitectura, los colores neutros juegan un papel fundamental en la creación de ambientes equilibrados, elegantes y atemporales. Al usar colores neutros en arquitectura, se crea una base neutra que puede complementarse con elementos decorativos y mobiliario colorido. Estos colores son a menudo elegidos por su capacidad de armonizar con una amplia variedad de estilos y materiales, permitiendo que el diseño arquitectónico sobresalga sin ser excesivamente dominante.
Una de las principales ventajas de los colores neutros es su versatilidad. Son capaces de crear una sensación de calma y serenidad en los espacios, así como una atmósfera acogedora e invitadora. Además, los colores neutros realzan otros elementos del diseño, como texturas, formas y materiales, otorgándoles protagonismo y equilibrio visual.
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Otro beneficio de los colores neutros es que tienden a envejecer bien con el tiempo. A diferencia de colores fuertes y tendencias pasajeras, los colores neutros son atemporales y pueden resistir cambios de moda y estilo. Esto hace que los colores neutros sean una opción segura para inversiones a largo plazo en proyectos arquitectónicos.
Al elegir colores neutros para un proyecto arquitectónico, es importante considerar la iluminación del espacio, el contexto circundante y el objetivo deseado. Por ejemplo, en un ambiente con mucha luz natural, tonos más claros de blanco, beige o gris pueden utilizarse para ampliar la sensación de luminosidad. En contraste, en espacios más pequeños o íntimos, tonos más oscuros de gris o marrón pueden crear una atmósfera más acogedora y confortable.
(Con información de Francesco Lovaglio Tafuri)