Es importante tener en claro dónde estamos, ¿bajo la ley o bajo la gracia? Jesús nos llamó a libertad, nos liberó de la influencia y consecuencia del pecado. Por esta razón, debemos tener en claro dónde estamos.
Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Romanos 6:14 (RVR 1960)
La gracia de Dios nos permite vivir en libertad y el pecado ya no tiene dominio sobre nosotros. A pesar de que el pecado esté presente, tenemos la libertad al arrepentirnos y confesar a Dios nuestros errores.
Bajo la gracia hay libertad
Cuando estamos bajo la gracia, el pecado ya no es una práctica “normal” sino que es algo que no va con nuestra naturaleza espiritual.
Spurgeon decía al respecto: «Dios ha cambiado tanto tú naturaleza por Su gracia que cuando pecas serás como un pez en tierra seca, estarás fuera de tú elemento, y desearás volver al estado correcto otra vez. No puedes pecar, pues amas a Dios. El pecador puede beber el pecado de la manera que el buey bebe el agua, pero para ti será como la salmuera del mar. Podrás ser tan necio como para probar los placeres del mundo, pero no serán placeres para ti ».
Somos como una oruga que fue transformada en una mariposa, y toda la belleza es pura gracia de Dios. No desperdiciemos nuestra vida arrastrándonos hacia el pecado, sino que demos paso al perdón y amor de nuestro Padre.
Oración del día
Señor, comprendo que al nacer de nuevo en Cristo soy una nueva criatura, que ya no estoy bajo la ley sino bajo la gracia. No seré esclavo del pecado, sino que, a pesar de que él quiera hacerme tropezar, elegiré aferrarme a tu gracia y buscaré agradarte mi Dios.
Gracias Dios bueno por salvarme y darme libertad en Cristo, amén.
Aplicación
Cuando pecamos podemos sumergirnos en la gracia de Dios o en culpabilidad ¿cuál elegirás?