La capsula Informativa: ¿Cómo solventar los problemas en el interior de la Iglesia? –

Tiempo de lectura: 3 minutos

Sería absurdo de mi parte pretender que con este artículo podamos solventar todos los problemas que existen dentro de una iglesia, pero intentaré dar algunos puntos bíblicos que puedan ayudar a llevar adelante la comunidad de fe. En definitiva, es imposible pensar que no habrá problemas en cualquier tipo de organización. ¿Por qué? Porque son comandadas por seres humanos y donde hay humanos, hay problemas.

Recuerdo una situación tragicómica de la Biblia en donde Pedro y Jesús protagonizan una escena muy conocida con muchos secretos, el arresto de Jesús:

Todavía estaba hablando Jesús cuando se apareció una turba, y al frente iba uno de los doce, el que se llamaba Judas. Este se acercó a Jesús para besarlo, pero Jesús le preguntó: —Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del hombre? Los discípulos que lo rodeaban, al darse cuenta de lo que pasaba, dijeron: —Señor, ¿atacamos con la espada? Y uno de ellos (Pedro) hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. —¡Déjenlos! —ordenó Jesús. Entonces le tocó la oreja al hombre, y lo sanó.

Lucas 22:47-51 (RVR1960)

¿Cómo solventar los problemas en el interior de la iglesia?

Lo primero que aprendemos en este pasaje es que no es nuestra tarea defender a Jesús. Y menos de esa manera, cortando orejas.

Uno de los principales conflictos dentro de una comunidad de fe tiene que ver con defender nuestras propias ideas. ¿Cómo reaccionas cuando tenés que defender una idea o una creencia? ¿Sacas la espada a la hora de dialogar con alguien que piensa diferente a vos? ¿Escuchas a los demás para entender o para contestar?

¿Qué hacer ante estas situaciones?

Más que una tarea como cristianos, es una tarea como seres humanos. Lamentablemente vivimos pensando que lo que debemos hacer es explicarle al mundo cómo tiene que vivir, qué tiene que decidir, pensar y decir. De hecho, desde chicos creemos que la forma en la que nos criaron es la manera normal de abordar al mundo. Con el paso del tiempo, nos vamos dando cuenta que normal es una palabra muy amplia.

¿Qué es normal?

Todos tenemos un normal que no es normal. Hay diferentes ideas culturales, de la infancia, religiosas, etc. que nos hacen completamente distintos. Por eso, mi pregunta es: ¿Cuándo fue la primera vez que quisiste «cortar una oreja»? Es importante en entender que la mejor manera de defender una idea es no defenderla. La mejor manera de defenderla es con tu vida, con tu caminar.

No es tu tarea convencer a nadie

Nos pasa constantemente que nos encontramos con gente que quiere convencer familiares, amigos y conocidos para que sigan los métodos o formas de actuar que ellos creen. ¿Quién puede cuestionar el bienestar de otro? ¿Quién puede cuestionar tu felicidad o madurez? Por eso el perro es el mejor amigo del hombre, porque no te quiere convencer de nada.

¿Qué es lo más triste dentro de la iglesia?

Hay momentos en donde queremos cortar orejas y pretender que los demás piensen como nosotros, vean a Dios como nosotros, etc. y nos olvidamos que Dios nos abrazó antes en medio de nuestra oscuridad.

No es nuestra tarea juzgar a nadie, nuestra opinión no importa. Importa lo que Dios opina. Solemos juzgar a los demás por sus acciones; pero nos juzgamos a nosotros mismos por nuestras intenciones y eso genera mucho conflicto. ¿Qué tal si a partir de hoy dejamos de juzgar al otro por sus acciones y tomamos en cuenta sus intenciones?

¿Cuál es nuestra tarea?

A decir verdad, nuestra tarea no es que nos crean o confíen en nosotros, sino que confíen en Dios. Nada más lindo que cuando la gente te vea, confíe más en Dios. Lo único que puede solventar los problemas relacionales en el interior de la Iglesia es nuestro caminar más puro con Dios.


El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.



Ver fuente