La capsula Informativa: Cuando nos acostemos y cuando nos levantemos

Tiempo de lectura: 2 minutos

Amar a nuestro Dios con todo nuestro corazón, alma y fuerzas, debe ser algo que no debemos olvidar jamás. Y es la mejor manera de comenzar nuestro día y terminarlo. Por eso cuando nos acostemos y cuando nos levantemos es lo primero y último que debemos hacer en nuestro día. 

Conectarnos con nuestro Creador, nuestro Padre amoroso debe ser nuestro primer alimento diario. Nuestra nutrición principal. Hazlo un hábito y tu prioridad cada día y te sentirás más pleno. Y cumplir Sus mandatos nos hace vivir sin problemas. 

Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. 

Deuteronomio 6:5-7 (NTV)

Es importante buscarlo cuando nos acostemos y cuando nos levantemos

Porque conocemos el amor que tiene Dios por nosotros, y cómo nos escucha, debe ser tema de nuestras conversaciones. Sabemos que todo lo que tenemos viene de Él, por tanto, debemos estar sumamente agradecidos siempre. No solo al acostarnos y levantarnos, ¡el día entero!

La Biblia nos indica en ese mismo versículo que debemos repetirle a nuestros hijos los mandatos de Dios. Y definitivamente mostrarles con ejemplo, que ellos deben buscar de Él al levantarse y al acostarse. Si lo hacemos nosotros, será más fácil que ellos se acostumbren a hacerlo. 

Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán.

Proverbios 22:6 (NTV)

Es además el mandamiento más importante, el amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente. Lo puedes leer en Mateo 22:34-40. Amarlo y tener una relación con Él es la mejor manera de complacer a nuestro increíble, Todopoderoso, amoroso, amable, gentil y proveedor Dios

Oración del día

Gracias Padre Celestial amado, bendito seas por siempre Señor. Que yo siga creciendo en Ti, en Tus caminos y en la fe. Que siempre me sienta inclinado a buscarte al levantarme y antes de acostarme por favor, que nunca me olvide de cuánto me amas, de cómo me perdonaste y todo lo que me has dado. 

Bendito Dios, gracias por todo y quiero seguir buscándote, hablando de Ti cada vez que pueda y contarle de Ti y Tu gran amor a todos con quienes pueda interactuar. En el nombre de Jesús lo pido, amén y amén.

Aplicación

¿Cuántas veces al día alabas a Dios y lo buscas en oración?


El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ. El presente se escribió en su totalidad por un ser humano, sin uso de ChatGPT o alguna otra herramienta de inteligencia artificial.



Ver fuente