La capsula Informativa: La humildad precede al honor

La arrogancia va delante de la destrucción; la humildad precede al honor.

Proverbios 18:12 (NTV)

No hay mejor ejemplo de humildad que la de Jesús, que siendo Dios se hizo hombre y siendo Rey vino a vivir de forma humilde y a servir a los más necesitados.

No hubo ningún error

Hace muchos años un alto oficial del ejército inglés en la India recibía como visitante a una importante dama.

El asistente del general hizo sentar a la señora a la izquierda de su anfitrión en vez de la derecha, que es siempre el puesto de honor. La mujer, inicialmente no protestó pero finalmente, ante lo que consideraba un insulto, exclamó:

  • Supongo que su asistente tendrá muchas dificultades en asignar los asientos a los invitados.
  • Pocas – contestó el general- aquellos que cuentan no se incomodan si comete alguna irregularidad, y los que se incomodan, no cuentan.

Recuerda, la humildad precede al honor

Existen muchos versículos que nos hablan de la importancia de ser humildes y de lo peligroso que es el orgullo.

El Apóstol Pablo, en 1 Corintios 1:28,  nos muestra cómo Dios puede usar a los humildes

Dios escogió lo despreciado por el mundo—lo que se considera como nada—y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante. 

1 Corintios 1:28 (NTV)

No importa si posees muchas cosas o quizás casi nada, si tienes muchos estudios o ninguno, lo importante, lo que cuenta para Dios es que tengamos un corazón humilde, dispuesto a escuchar Su voz y a servir a los demás.

Dios puede hacer mucho con lo que el mundo considera nada y puede hacer nada lo que el mundo considera importante. Por eso, es importante mantenernos humildes y con la mirada fija en el Señor.

No te preocupes porque la gente te conozca o lo que diga de ti, ni por tener posesiones, sino, mantente humilde y dispuesto a escuchar a Dios, te sorprenderá todo lo que Dios puede hacer con tu vida.

Oración del día

Padre amado, gracias por tu amor infinito, gracias por el maravilloso ejemplo que nos diste con tu vida. Te pido perdón por las veces que he sido orgulloso, por aquellos momentos en los que llegué a sentirme más que otros y por aquellos en los que me sentí miserable y muy poca cosa. Reconozco que mi valor viene de ti y que tu puedes hacer grandes cosas en mi vida. 

Te pido que me ayudes a estar atento a tu voz y que me muestres si en algún momento el orgullo intenta invadir mi corazón. En el nombre de Jesús, amén.

Aplicación

¿Alguna vez te has sentido pequeño, comparado a los demás, y Dios te ha mostrado todo lo que puede hacer contigo?



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