La capsula Informativa: No saques conclusiones apresuradas – CVCLAVOZ

La crucifixión y muerte de Jesús dejó a los discípulos desesperanzados, el Maestro ya no estaba con ellos y, seguramente, nosotros nos hubiéramos sentido igual. Sin embargo, al tercer día ocurrió lo que quizás no creían o habían olvidado que sucedería: Jesús había resucitado.

No te apresures

Se cuenta que cuando tuvo lugar la batalla de Waterloo, el pueblo en Inglaterra, dependía enteramente, para saber noticias, de señales que eran dadas de una estación a otra, a través del canal, por medio de un semáforo.

Alrededor de la catedral de Winchester se amontonaron grandes multitudes que esperaban noticias de la batalla, ya que  en una de sus torres se había colocado una estación de señales.

Cuando la batalla se acercaba a su fin los observadores pudieron leer un mensaje: «Wellington derrota…» En aquel momento descendió una espesa niebla que impidió ver el resto del mensaje. Por ello cundió la alarma, ya que  fue interpretado como « Wellington derrotado».

La reacción del público fue de consternación y abatimiento. Las nuevas se extendieron hasta Londres. Sin embargo, cuando el viento despejó la niebla, y pudo leerse todo el mensaje, vieron que decía: «Wellington derrota al enemigo». Una oleada de entusiasmo de esparció  de pueblo en pueblo por todo el país.

Normalmente caes en un error cuando sacas conclusiones apresuradas

Siempre que nos apresuramos en sacar conclusiones nos equivocamos, omitimos una parte de la información y por ende, tendemos a tomar la decisión incorrecta.

Hubiera sido muy triste, una pérdida de tiempo, una simple fábula que la historia de Jesús terminara en una tumba y quizás, porque los discípulos olvidaron lo que el Maestro les había dicho, volvieron a sus tareas.

Lo mismo sucede con nosotros, muchas veces nos cuesta esperar y queremos ayudar a Dios para que las cosas sucedan pronto, porque asumimos que el Señor necesita ayuda o que se ha olvidado de nosotros y es justamente ahí cuando nos equivocamos.

Aprendamos a esperar en las promesas de Dios, a escuchar su voz, a esperar en Él porque no nos va a defraudar, no va a dejar inconclusos sus planes para nuestras vidas. Y la promesa más grande que tenemos es la de poder disfrutar de la eternidad junto a Él, no veremos muerte, sino que viviremos eternamente.

Jesús le dijo:—Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto. Todo el que vive en mí y cree en mí jamás morirá… 

Juan 11:25,26 (NTV)

No omitas la parte más importante de la historia de la humanidad: la resurrección de Jesús.

Oración del día

Padre Amado, gracias, muchas gracias por el enorme sacrificio de tu Hijo, gracias porque no escatimaste nada para salvarme, gracias por la promesa de la vida eterna junto a ti.  

Te pido que siempre me ayudes a honrar tan grande muestra de amor y que en el día a día yo pueda recordar que tu puedas hacer posible lo imposible, que tu cumples tus promesas y eres fiel siempre. 

Gracias por tanto, en el  precioso nombre de tu Hijo Jesús, amén.

Aplicación

¿En qué oportunidad tomaste una decisión equivocada por sacar conclusiones apresuradas?



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