Sabemos lo difícil que es controlar a tus manos nada más lavártelo. Átalas, porque lo único que estarás consiguiendo tocándolo cada dos por tres es ensuciarlo como pocas cosas lo hacen. Aunque no lo veas, tus manos están plagadas de suciedad a diario y con ese toqueteo no haces más que trasladarla a tu pelo. Y eso no lo queremos.
2No cepilles desde la raíz
Porque lo único que conseguirás es remover el sebo de la raíz y trasladarlo al resto del pelo. ¿Lo mejor? Cepíllalo, pero de medios a puntas.
3Aclara con agua fría
Dedícale unos minutos a aclarar bien el pelo tras el lavado para eliminar cualquier residuo y algo importantísimo es hacerlo a la temperatura adecuada, es decir, de tibia a fría. Esto cerrará la cutícula de la fibra capilar, ayudando a que el producto que hayas aplicado permanezca durante más tiempo y evitando que la suciedad penetre más temprano.
4Limpia tus herramientas de styling
¿Que dejar días y días tus brochas de maquillaje sin limpiarlas, también lo es? Entonces, estarás con nosotros en que sucede lo mismo con tus herramientas de styling para el pelo, ¿no? Cepillos y planchas se ensucian tras el peinado, aunque no sea tan visible (y asqueroso) que con un cepillo de dientes. Lava tus cepillos en agua con alcohol y limpia planchas y tenacillas con un algodón impregnado en la misma solución.
5Lava tu pelo con agua mineral
Vale, seamos honestos: no es lo más cómodo ni asequible. Pero sí puedes hacerlo de vez en cuando porque el agua del grifo está repleta de cal que ensucia tu pelo antes de haberse secado siquiera. Una solución más económica: lavarlo con agua del grifo hervida.
6- Come menos grasa
Los alimentos grasos activan la producción de sebo en el cuero cabelludo así que una dieta rica en grasas no sólo te regalará unos kilos de más, sino un cabello más sucio de lo normal.