Siete pistas del lenguaje no verbal que delatan que tu pareja no desea estar contigo

Las caricias y el amor, son señales fundamentales que deben estar presente en una pareja, esto es conocido como la comunicación no verbal cuando el amor entre una pareja alcanza su plenitud. Sin embargo, hay otras señales que indican todo lo contrario y lo mejor es que estés al tanto, antes de que te lleguen con  la temida frase de «tenemos que hablar».

Cuando estas cosas suceden, es muy probable que la otra persona estuviese dando señales sin abrir la boca de que ya no quiere nada. Así es como el lenguaje no verbal nos da pistas de que esa historia de amor se acabó.

«Los gestos son formas de comunicar que pueden apoyar o por el contrario, contradecir, lo que se dice con palabras», explica la psicóloga Mara Cuadrado, del Colegio de Psicólogos de Madrid. «Normalmente la comunicación verbal y la no verbal van acompasadas, pero en ocasiones una y otra no se corresponden. Expresamos un ‘te quiero’, pero la mirada dice otra cosa. Cuando una pareja funciona bien o mal se manifiesta por lo que expresa, pero también por lo que hace, con los silencios, y con lo que no hace».

Arrugar la nariz con gesto de asco. Este rictus indicaría, según Cuadrado, «que solo la presencia del otro es desagradable».

Rehuir la mirada. Para el psicólogo Enrique García Huete, el no mirar al otro cuando se habla puede interpretarse como «una retirada de atención, y suele darse cuando ya está tomada la decisión de romper».

Mover el dedo índice arriba y abajo al ritmo de lo que se dice. Podría traducirse, de acuerdo con la psicóloga, por una clara hostilidad.

Hacer la peineta o batir la mano como desprecio. Mara Cuadrado los identifica directamente como «insultos no verbales”.

Poner el dedo delante de la cara. «Implica invadir el espacio del otro. Y transmite frustración y malestar», señala García Huete.

Cerrar ligeramente los párpados arrugando el entrecejo. «Es señal de desconfianza», describe Mara Cuadrado.

Sonreír con sarcasmo levantando las cejas y apretando los labios. Es una de las muecas más recurrentes para mostrar desprecio y tratar de desacreditar a otra persona.