Un equipo interuniversitario de oncólogos y epidemiólogos estadounidenses ha constatado que la vitamina D reduce el riesgo de desarrollo del cáncer mamario.

Muchos asocian esta sustancia con los baños del sol, pero pocas personas saben cómo funciona esta sustancia en el organismo humano y por qué es necesaria.

Los expertos analizaron la información obtenida en dos ensayos aleatorios que contaban con la participación de un total de 3.325 mujeres y un estudio prospectivo con 1.713 voluntarias mayores de 55 años, a las que se siguieron durante cuatro años.

Aquellas participantes cuya sangre presentaba altos niveles de calcidiol (que es la forma principal de almacenamiento de la vitamina D en el cuerpo) corrían un riesgo de enfermar cinco veces menor en comparación con las que tenían menos de 20 nanogramos de ese compuesto en cada mililitro de suero sanguíneo.