Madonna, una de las clientas del Dr. Brandt
Con una lista de pacientes que contempla los más afamados nombres de la farándula y consultas a diario que involucran a más de cien personas al día, ¿quién podría pensar en quitarse la vida? El doctor Fredric Brandt, el barón del botox, se suicidó hace pocos días en Miami a la edad de 65 años, todo parece indicar que padecía una severa crisis depresiva.
La portavoz del famoso cirujano y dermatólogo, el pionero en el uso de sustancias como el botox y el restylane en las intervenciones cosméticas, aseguró que su representado sufría de una profunda depresión y estaba muy afectado por la interpretación que el actor Martin Short había hecho de él en el programa Unbreakable Kimmy Schmidt, una producción de Netflix.
Fredric Brandt logró cultivar desde la década de los ochenta un emporio de la belleza, con una clínica en Coral Gables y otra en la ciudad de Nueva York. Sus investigaciones y tratamientos se hicieron sumamente famosos, en especial en el mundo de Hollywood y la introducción de su línea de belleza Dr. Brandt Skin Care en el año 2001 fue un verdadero suceso.
Madonna y Gwyneth Paltrow son algunas de las celebridades que figuran en la lista de clientes del Dr. Brandt. De hecho, y a propósito de la lamentable noticia de su muerte, la reina del pop y una gráfica de su rostro perfecto, encabezó la portada de la revista New York, donde hacían referencia a la lamentable decisión del cirujano de acabar con su vida.
