ENTÉRATE | Pros y contras de conocer el sexo de tu bebé antes de nacer
La sociedad nos ha dicho que conocer el sexo del bebé antes de su nacimiento es algo así como una norma, pero hay muchos padres que prefieren esperar al día del nacimiento para sorprenderse
En líneas generales, a las 20 semanas de embarazo un ultrasonido ya puede determinar el sexo del bebé, y hay parejas que, llegado ese punto, se preguntan si conocerlo sería la mejor idea.
Isabel Rangel y su esposo se hicieron esa pregunta, y después de una investigación, aquí te explican los pros y los contras de cualquiera sea la decisión que tomes.
Sobre conocer el sexo del bebé
Si eres una persona híper planificadora, la necesidad de control se va a apoderar de ti y no contemplarás otra opción. Hay millones de mitos y teorías relacionados con descifrar el sexo del bebé, pero la verdad es que no fue posible sino hasta la llegada del ultrasonido que fuimos capaces de conocer el sexo de nuestros hijos previo a su nacimiento.
Saber el sexo del bebé es casi una norma en América Latina. La mayoría de los padres prefieren saber, lo que se nota en todas partes, casi todo lo que se vende en las tiendas es muy específico de niños o niñas, en las tiendas de ropa de bebé incluso existe la zona gender neutral es prácticamente nula. Saber si es niño o niña permite a planificar muchas cosas (aunque no sean tradicionalistas en los roles de género, si ayuda tener cosas específicas).
Otra de las ventajas es poder nombrar al bebé desde antes de nacer, llamar al bebé por su nombre desde el vientre nos ayuda como padres a establecer un vínculo temprano, deja de ser una idea y se vuelve una persona concreta, lo cual ayuda a desarrollar un apego adecuado.
¡El doble de sorpresas! El nacimiento de tu bebé será mágico y especial (sepas o no el sexo), de esta forma puedes tener otro día de una gran emoción y alegría. Es una de las primeras recompensas que tienes, y ayuda a mantener la motivación el resto del embarazo.
Si tu pareja no se ha involucrado tanto durante el embarazo, esta noticia puede ayudarlo a darse cuenta de lo que viene, a poder imaginarlo más fácilmente. Para nosotras resulta más evidente entender que tenemos a un pequeño creciendo dentro de nosotros, pero los padres no tienen esos cambios en su cuerpo, ver en el ultrasonido cómo se mueve y poder imaginar cómo se verá le permitirá involucrarse de forma más directa.
No conocer el sexo del bebé
Una tendencia que crece cada día es la de esperar hasta la sala de parto para enterarse, y también tiene sus ventajas.
Una es que no empezamos a etiquetarlos o generar expectativas de género. Se ha demostrado que los adultos reaccionamos diferente ante bebés que percibimos como niños o niñas. Así que esperar hará que no describamos a los pequeños como “linda y delicada” o “fuerte y futbolista” desde el vientre materno.
Te ayuda a buscar opciones más creativas para la decoración del cuarto, la elección de los accesorios y juguetes. En lugar de inundar nuestra vida de rosa o azul podemos buscar otras opciones que además refuerzan el no etiquetarlos.
La decepción es menor si es el género que no esperabas, cuando querías niña y te entregan a un niño, es difícil sentirse decepcionado con un regalo de ese tamaño en tus brazos. También evitas reacciones de familiares y amigos sobre lo adecuado que es tener niños o niñas, como los comentarios sexistas de “es niña, pues que tu esposo empiece a ahorrar” o “prepárate para vivir en la cancha de futbol”, etc.
Otra razón es que hace del nacimiento algo incluso más emocionante.
Nadie te va a molestar con el nombre, pues como no saben cómo se llamará no te dirán que no les gusta o harán caras de asco cuando emocionados le digan a todos el nombre que quieren para su bebé.
En realidad no importa lo que decidas. Saber qué sexo tendrá el bebé no cambiará la maravilla de tener a un hijo en tus brazos o la ilusión de esperar su llegada. Solo sigue tu instinto y disfruta.
