La importancia de la limpieza facial

Además de la hidratación y la humectación, la limpieza facial también es de suma importancia para mantener nuestro rostro protegido y joven. Cuidar nuestro cutis del modo apropiado con regularidad, impide que los poros queden obstruidos por partículas de contaminación ambiental, maquillaje o la transpiración.

Además, la limpieza del cutis regula la secreción de grasas en nuestro rostro, elimina las células muertas, combate los radicales libres que promueven el envejecimiento y evita infecciones causadas por ciertas bacterias. Es recomendado hacer una limpieza facial profunda al menos una vez al mes y otras más sencillas semanalmente.

Para cuidar la piel con regularidad, existe en el mercado una gran gama de mascarillas faciales, aunque hay personas que optan por los ingredientes naturales. Antes de aplicar este tipo de tratamientos, hay que lavar correctamente la cara para remover las impurezas.

Algunas de las mascarillas caseras más recomendadas, tienen como ingrediente principal el aceite de oliva, la miel y la clara de huevo, entre otros. Las mascarillas con aceite de oliva son ideales para remover las impurezas y dejar el cutis suave y terso. Se aplica con algodón, haciendo movimientos circulares.

Las mascarillas con miel y clara de huevo tienen un efecto antiséptico, pero también evita las infecciones y deja el cutis terso. Es necesario batir la clara de huevo y mezclarla con la miel hasta conseguir una sustancia homogénea. Se aplica sobre el rostro por 15 minutos, aproximadamente.