Atención parejas: El deseo sexual tiene su temporada… ¡y es la primavera!

La palabra primavera viene del latín y significa ‘primer verano’. Es la estación del año que se caracteriza por el aumento progresivo de la temperatura y de horas de sol durante el día… y también por el aumento de las sensaciones placenteras y de la producción de hormonas determinantes para la actividad sexual como las feromonas o la testosterona.

Dicho de otro modo, la primavera trae con ella más deseo y más enamoramiento. El deseo sexual aumenta y la clave estaría precisamente en esa mayor incidencia de la luz del sol. Eso, porque el cuerpo produce mayor cantidad de vitamina D, compuesto que también se asocia con la presencia de testosterona en la sangre.

Una investigación al respecto en Austria comprobó que los niveles más altos de vitamina D en la sangre coincidía también con los de testosterona, la más importante de las hormonas sexuales masculinas, pero que también está presente y desempeña un papel importante en las mujeres.

Este es uno de los motivos por los que la libido aumenta cuando el sol brilla más tiempo en el cielo, después de los meses de invierno. El caso es que las endorfinas llevan a estar de mejor humor y, por tanto, a reducir los niveles de estrés y ansiedad. Y se sabe que el estrés es el principal inhibidor del deseo sexual.

La luz del sol, por cierto, también propicia la liberación de serotonina y otras sustancias relacionadas con el placer… y hace sudar a la gente. Esto último lo recalcamos porque el olfato es otro factor que contribuye con esta suerte de despertar sexual en primavera: la transpiración hace que se potencien los olores corporales relacionados con la búsqueda de pareja sexual.