Las planchas o abdominales isométricos, logran conseguir un vientre plano y ayudan a fortalecer el “core” (previene problemas de espalda y pérdidas de orina y prolapsos), mejorar la postura y el equilibrio y ganar resistencia.

Con este ejercicio podrás ir desde la forma más sencilla de ejecución hasta la más complicada, a medida que nos sintamos más fuertes.

«No es posible quemar la grasa de forma localizada. Si se pierde, se pierde de todo el cuerpo y para eso es imprescindible acompañar el ejercicio con hábitos saludables de nutriciónhidratación descanso», aclara Isaac Cosculluela, coordinador de Fitness de Metropolitan Gran Vía (Barcelona).

Por el contrario, eso se debe combatir con hábitos saludables de nutriciónhidratación descanso. Aun así este ejercicio es imprescindible, siempre y cuando se domine la técnica y el ejercicio se haga correctamente.

Así se hace la plancha

  • Primero túmbate boca abajo y coloca los codos apoyados en el suelo debajo de los hombros (si lo prefieres, pueden ser las manos)
  • Apoya en el suelo las puntas de los pies y eleva el cuerpo hacia arriba dejándolo recto
  • Aprieta fuerte tu abdomen, mete el ombligo hacia adentro y hacia arriba. Contrae glúteos y piernas
  • Mira al suelo un palmo por delante de tus manos y quédate en esa posición
  • Se debe controlar la respiración y no contenerla mientras se practica el ejercicio
  • Puedes situar los codos ligeramente por delante de los hombros para aumentar la intensidad del ejercicio
  • Si separas las escápulas para activar el transverso abdominal, lograrás una mayor tensión en la ejecución