Muguruza

Los primeros partidos de Garbiñe Muguruza en un torneo, más aún en un Grand Slam, se seguían con cierta inquietud y con expectación por ver el comportamiento que tendría la hispano-venezolana. Eso ha cambiado. La campeona de Roland Garros y de Wimbledon se ha ganado a pulso la confianza y se le ve más firme que nunca. Este lunes ha debutado en el US Open, una competición que no se le ha dado bien hasta ahora (nunca ha pasado de segunda ronda), con una victoria clara y contundente ante Varvara Lepchenko: 6-0 y 6-3.

En el primer set estuvo magnífica, aunque su rival falló mucho y le dio facilidades. Y en el segundo se adaptó a la lógica reacción de la estadounidense y resolvió la papeleta sin excesivos agobios. Garbiñe se quitó un buen peso de encima porque, como ella misma recordó tras el partido, no había ganado nunca en la pista central, en el Arthur Ashe Stadium.

En esa primera manga tan aplastante, Muguruza afinó mucho. Ganó todos los puntos con su primer servicio y solo cometió cuatro errores no forzados por los 15 de Lepchenko. No le hizo falta apretar con los golpes ganadores (3), pero movió como quiso a la americana, que no ganó su primer juego hasta 1-1 en el segundo set. No podía seguir así y empezó a abrir ángulos y a jugar más profundo. Conectó alguna buena derecha y dio guerra.

Pero Garbiñe, con su nueva y bonita equipación retro diseñada por Pharrell Williams, no estaba dispuesta a complicarse la vida y puso la maquinaria a funcionar para resolver la papeleta. Brilló en la red, siguió sacando bien y aumentó sus winners (13). Rompió el saque de Lepchenko y aunque luego cedió el suyo se apuntó otro break para quedarse con 5-3 y servicio. Ahí cerró el triunfo en una hora y tres minutos. En segunda ronda se medirá a la china Duan, que ganó a estadounidense Liu por 7-6 (8) y 7-6 (3).