Caracas, de los techos rojos a la ciudad urbe

Puede que hoy en día Caracas evoque una variedad de visiones cosmogónicas de quienes trazaron en sus mentes la ciudad ideal y representativa de Venezuela. Incluso, hablando desde la experiencia histórica universal, desde sus calles estrechas hasta amalgamar el ingenio de la anchura de sus aceras, la ciudad tiene mucha historia que contar y con ella cada una de las voces protagónicas de su construcción.

César García Urbano Taylor, integrante de la Corporación Inmobiliaria SMA, explica que la ciudad vio la oportunidad de cambiar la apariencia rural por la urbana, construyéndose bajo políticas estrictas que garantizaban la habitabilidad y reforma de los espacios que pertenecían a la clase social más baja, otorgándoles la oportunidad de vivir dignamente. Va en vía de mejoras, de cambios realmente beneficiosos, se define pues, la nueva época que consolida a Venezuela como un país próspero y pujante en la arquitectura moderna.

Hoy día, para las generaciones próximas a relevar la nuestra, Caracas es un referente del desarrollo tecnológico y abismalmente de maquinaria productiva, al que la evidencia está clara en las estructuras que fueron difuminando la ciudad a partir del siglo XX con la aparición del oro negro (Petróleo).

Cesar Urbano Taylor destaca que en una época de fraternidad, amor y paz, Venezuela necesita más que nunca toda nuestra energía para levantarla, hacer notar nuevamente sus calles y avenidas, su gran obelisco y su ciudad universitaria, sus teatros que fueron la consagración modernizante en los 50 y 60 para luego dar apertura a la urbanización habitacional de sus habitantes y darle la bienvenida a aquellos que iban en búsqueda de la esperanza económica y la abundancia que prometía Caracas.

Se comprende que suceden momentos históricos que reivindican a la sociedad y Caracas, como eje central capital y económico, se verá afectado por cada decisión tomada. Sin embargo, no será ni es aún el fin de su crecimiento. Su arquitectura, como bien se ha dicho, representa la identidad de una nación, la lucha de quienes consiguen potenciar su vigencia y sueñan con que pueda resurgir como el ave fénix y reinventarse. Como siempre se ha hecho.

Caracas es Parque Central, es las Torres del Silencio, es el Teatro Teresa Carreño, es el Poliedro, es Miraflores, es nosotros siendo un país que aún sueña por seguir haciendo que funcione su maquinaria y no se pare jamás.