Facebook lucha por mantener su popularidad

Social@Ogilvy, la página de consultoría digital, publicó recientemente un magistral análisis acerca del impacto de Facebook en la repercusión que las marcas pueden alcanzar en los usuarios a través de esta red social y las nada alentadoras realidades que se aproximan.

WhatsApp y su compra multimillonaria por parte de Mark Zuckerberg (que juega a apoderarse de todas las aplicaciones y plataformas digitales que alcanzan algo de éxito en la web 2.0, verbigracia de esto la adquisición de Instagram y la puja por Snapchat), es para muchos analistas un síntoma de crisis. Desde luego no de una crisis financiera, de lo contrario la cifra ofertada por la aplicación de mensajería instantánea no habría sido tan estrafalaria, sino de una crisis de alcance.

Facebook ha comenzado a describir una curva descendente en materia de marcas. Si bien es cierto que la generación de los Millenials, segmento al que va dirigido la mayor parte de publicidad que se hace a través del social media, es altamente influenciable por los contenidos, gustos y tendencias que prefiere su comunidad de amigos virtuales, también es cierto que cada vez más personas reaccionan con hostilidad ante el descarado bombardeo publicitario.

Twitter ha venido a plantar cara a la reina de las redes sociales por su dinámica en tiempo real. La inmediatez de la respuesta, la imparcialidad con la que se muestra un timeline sin jerarquizaciones que sólo acapara la atención del usuario por la genialidad de sus contenidos y la sencillez que siempre ha caracterizado a la plataforma de Jack Dorsey, es lo que las marcas visualizan como su futuro ideal en materia de content marketing.

Facebook Zero es una verdad inminente, decretada no sólo por las curvas de influencia de las marcas desde hace un par de años para acá, sino también por el comportamiento cada vez más vacío de los usuarios. Los expertos recomiendan a las marcas mantener sus perfiles como un canal de comunicación para satisfacer curiosidades y atender denuncias, pero advierten acerca del valor prácticamente nulo de un «Like«.