En la actualidad son muchas las estrellas que se encuentran en el centro de las críticas por los descarados retoques que se han hecho en el rostro para luchar contra los rasgos propios del envejecimiento. La reina del bisturí es Renée Zellweger, quien cada día está más irreconocible, pero le siguen de cerca Tom Cruise y Meg Ryan.

El caso de Ryan viene aderezado con otros matices que lapidaron su carrera en Hollywood, sentenciándola para siempre, luego de que se había convertido en la novia de América en los noventa.

La infidelidad de Meg Ryan con el actor australiano Russell Crowe, su divorcio con Dennis Quaid y los retoques que hizo a su rostro, tan armónicamente fresco, fueron los ingredientes de un receta que trajo como resultado la debacle absoluta de su carrera.

Pero no solo en Hollywood podemos encontrar a las celebridades que están dispuestas a despilfarrar algunos miles de dólares con tal de verse un poco mejor. Flavio Briatore, el exdirector deportivo del equipo de Fórmula 1 de Renault es el foco de las críticas luego de estrenar nuevo rostro.

Briatore cumplirá 66 años en dos meses y con el fin de acortar las distancias con su novia, Elisabetta Gregoraci, treinta años menor que él, recurrió  a la toxina botulínica y a un refresh en su rostro, se hizo un retoque en la nariz y en los párpados y, tras una dieta extrema, se aplicó una liposucción de papada con estiramiento de cuello.

La nueva imagen de Briatore, lejos de despertar en el público entusiasmo y admiración, ha servido para avivar en los usuarios de las redes sociales las críticas más mordaces, donde lo tildan, entre otras cosas, de “momia”.