Viajar frecuentemente afecta a la salud física y emocional

Cambiar horarios, alimentación, horas de sueño, entre otros hábitos, pueden causar daños a la salud. Viajar por el mundo suena divertido pero quienes deben ir de un país a otro por cuestiones de trabajo exponen su salud física y emocional a otro nivel.

En una investigación hecha por Andrew Rundle, profesor asociado de epidemiología de la Mailman School of Public Health, perteneciente a la Universidad de Columbia (Nueva York) fueron determinadas las consecuencias de estos estilos de vida siendo la ansiedad, la depresión y la tensión las principales amenazas a la salud.

Los hábitos alimentarios saludables quizás sean la parte más complicada de mantener ya que distintos estudios han demostrado que la comida de restaurante contiene más calorías que las comidas preparadas en casa. Además, el estrés influye y dificulta la relación entre comida sana y viajero: la tensión suele hacer que deseemos comidas más calóricas o que filtremos menos que cuando estamos relajados.

Por estas razones, los  expertos recomiendan que las empresas flexibilicen las fechas de viaje, que diseñen programas de salud con protocolos concretos y que se haga un esfuerzo extra por concienciar a los trabajadores de los riesgos que implica cambiar de ciudad, dormir en hoteles, comer rápido y dormir mal.